El cáncer colorrectal se produce en el intestino grueso (colon) o en el recto (parte final del colon). Es un cáncer común tanto en hombres como en mujeres. La mayoría de los cánceres colorrectales comienza como un bulto, conocido como pólipo, pero es importante aclarar, que no todos los pólipos se convierten en cáncer.
La probabilidad de que un pólipo se vuelva canceroso depende del tipo de pólipo y su evolución. Los dos tipos principales de pólipos son:
Pólipos adenomatosos (adenomas): algunas veces se transforman en cáncer. Debido a esto, los adenomas se denominan afecciones precancerosas.
Pólipos inflamatorios y pólipos hiperplásicos: que son más frecuentes, pero en general no son precancerosos.
Se sospecha de un pólipo canceroso si:
Se descubre un pólipo mayor a un centímetro.
Se descubre que hay más de dos pólipos.
Después de la extirpación de un pólipo se descubre la presencia de displasia, la cual es otra afección precancerosa. Esto implica la existencia de un área del pólipo o del revestimiento del colon o del recto en el que las células tienen un aspecto anormal, pero sin llegar a tener la apariencia de células cancerosas verdaderas.
¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer colorrectal?
Sobrepeso u obesidad
Inactividad física
Alto consumo de carne roja
Vitamina D baja
Fumar
Alto consumo de Alcohol
Envejecimiento
Antecedentes personales o familiares de cáncer colorrectal, pólipos, enfermedad inflamatoria del intestino, colitis ulcerosa crónica, enfermedad de Crohn, síndrome de Lynch, entre otras afecciones.
Diabetes tipo 2
Raza negra
Tener 45 años o más
Si piensa que puede estar en riesgo de padecerlo, hable con su médico. Así podrá saber cuándo debe empezar a realizarse los exámenes de detección, cuál es el más adecuado para usted y la frecuencia con la que debe hacer las pruebas.
En los Estados Unidos, el cáncer colorrectal es una de las principales causas de muerte debido a cáncer. El diagnóstico temprano con frecuencia puede llevar a una cura completa.
Fuente: Medline Plus